Ser mujer es un viaje a través de la mirada.
Esta galería reúne retratos que abarcan la infancia, la juventud, la madurez y la vejez, mostrando que lo femenino no es un estado fijo, sino un proceso en constante transformación.
Cada rostro es un umbral: la curiosidad de una niña, la afirmación de una joven, la fuerza de la madurez, la sabiduría de la edad. Juntas, forman un mosaico de presencias únicas, gestos y memorias que desafían los moldes impuestos y abren un espacio para la feminidad elegida y consciente.
Aquí, ser mujer no se define, se habita.