La serie fotográfica Retinografías explora las posibilidades estéticas y perceptivas surgidas de la diferencia visual de la autora, causada por una pérdida de visión. Las imágenes evocan experiencias ópticas distorsionadas: visión doble, borrosa o nula; juegos de escala; capas de luz y color; y atmósferas abstractas que remiten a la memoria y a lo onírico. Este trabajo se sitúa entre la deconstrucción y la reconstrucción de lo visible, creando una mirada alternativa al mundo.

Desde una perspectiva histórica y crítica, se cuestiona el ocularcentrismo dominante en la cultura occidental y la idealización de la visión como sentido puro, objetivo y totalizante. La obra propone una ruptura con la idea de que solo lo visible es real, y pone en duda la pretendida neutralidad de las tecnologías ópticas. Se reflexiona sobre cómo la obsesión por verlo todo ha generado una hiperrealidad en la que la imagen sustituye a la experiencia directa.

La serie señala también el agotamiento visual contemporáneo, provocado por la sobreproducción de imágenes y el deseo insaciable de ver. A pesar de ello, persiste el impulso de mirar, ahora ampliado por tecnologías que transforman la percepción. Retinografías abre así un espacio para otras formas de ver y representar.